Descubre nuestra tierra
Probablemente ya conozcan nuestra miel, o en todo caso, esperamos que puedan degustarla, pero también queremos que sepan algo más de nosotros, de nuestra tierra, Aliste, y de nuestro pueblo, Gallegos del Campo.
Queremos ser una puerta abierta donde se muestren nuestras tradiciones, enclaves naturales y monumentos de los que nos sentimos no sólo orgullosos partícipes sino garantes de su pervivencia.
Detalle de la cerradura de la puerta de entrada a la Iglesia de Gallegos del Campo
Nuestro pueblo cuenta con menos de 150 habitantes. Se encuentra a una altitud de unos 840 msnm, con duros inviernos de viento y frío que forjan la templanza y carácter de sus moradores.
Vista general de Gallegos del Campo en los meses de invierno
Nuestra tierra zamorana cuenta con una muy baja tasa de población por km2 lo que favorece sin duda a nuestro medio ambiente, de una calidad sin igual, donde se puede saborear el silencio y la paz.
Zamora skyline at sunset by Duero river of Spain. Diputación de Zamora
El monumento por antonomasia de Gallegos del Campo es su Iglesia, dedicada a San Jorge, enclavada antiguamente en las afueras de la localidad por lo que la ermita que existía dentro del pueblo y hoy desaparecida, llamada Ayuda de parroquia de los mártires San Fabián y San Sebastián, reservada al Santísimo Sacramento, era donde se celebraba la misa diariamente.
Exterior de la Iglesia de San Jorge de Gallegos del Campo
La antigua Iglesia tenía una situación de abandono, pero aún así se pudieron aprovechar algunas estructuras como la espadaña, el arco del presbiterio, la puerta de madera, esquinas de sillería, parte del tejado y la portada principal. En el año 1905 serían trasladadas las partes aprovechables, piedra a piedra, al centro de la localidad, donde se encuentra en la actualidad. Todavía hoy es apreciable la numeración de los sillares y de las principales piedras para el correcto desmontaje y montaje de las mismas.
Restos de la numeración de las piedras para el desmontaje y posterior montaje de la actual Iglesia. En este caso en la portada principal de la Iglesia
En la Guía Sinóptica Estadístico Geográfica del S. XVIII, cuando todavía Aliste pertenecía a la Diócesis de Santiago, se describía la antigua Iglesia en los siguientes términos: Únicamente hay una parroquia enclavada en la Vicaría de Aliste, Arciprestazgo de Nuez, titulada de San Jorge, clasificada de primer ascenso y dotada con setecientos reales anuales para su culto y fábrica además de percibir de su patrono presentero la limosna de setenta reales que da cada año para el alumbrado del Santísimo.
Detalle del interior de la Iglesia de Gallegos del Campo con su retablo principal presidiendo San Jorge y el Corazón de Jesús
Según relata la ya citada “Guía Sinóptica Estadístico Geográfica” del S. XVIII, esta iglesia era regularcita pero se halla fuera del pueblo o como a unos trescientos o cuatrocientos metros, donde en la actualidad se encuentra el cementerio del pueblo.
Espadaña con las campanas de la Iglesia de San Jorge, símbolo visible de la localidad de Gallegos del Campo
Hay establecidas en ella tres cofradías: la de la Santa Cruz, la del Santísimo Sacramento y la de Nuestra Señora del Rosario, cuyas festividades anuales se celebran respectivamente el tres de mayo, Dominica infraoctava del Corpus, y tercer domingo de septiembre, éstas dos últimas, con asistencia y la primera sólo con completas, Misa cantada y procesión, teniéndose que aplicar por ella y a cargo de sus fondos además una misa cantada cada viernes de Cuaresma a que asisten todos los cofrades.
El sonido de las campañas de la Iglesia de San Jorge en un día de fiesta
Había tres funciones de concejo por voto del pueblo, y que tenían lugar el 25 de abril con misa cantada y bendición de panes, tradición que todavía hoy en día se sigue manteniendo, así como el cinco de agosto, con completas, procesión Misa cantada y vacación de trabajos serviles; el día de San Roque con esta misma solemnidad, pero sin descanso de trabajos.
Retablo central de la Iglesia de Gallegos del Campo, recientemente restaurado
El retablo central está presidido por el Corazón de Jesús, que sale en procesión el día 8 de agosto, día grande de fiestas en Gallegos del Campo, así como el día de la Pascua de Resurrección.
Procesión del Sagrado Corazón el día 8 de agosto, día mayor de Gallegos del Campo
En el retablo, a la derecha del Corazón de Jesús se encuentra Ntra. Sra. de la Inmaculada Concepción, que también es sacada en procesión por las calles de la localidad el día 8 de diciembre y el día del Amor Hermoso que se celebra el último domingo de mayo. A la izquierda se encuentra San Antonio, que se procesionaba el 13 de junio en honor a San Antonio de Padua y que actualmente ya no sale. En la parte alta del retablo, presidiendo, la figura de San Jorge, patrón de la localidad y de Castilla y León. En dicha figura se escenifica la leyenda medieval por la que el dragón anidó en la fuente que proveía de agua a una ciudad, y cuyo tributo para poder beber era ofrecer un sacrificio humano diario. El día que le tocó a la princesa local, el rey pidió ayuda y apareció San Jorge a caballo para enfrentarse al dragón y matarle cuando la princesa estaba a punto de ser devorada.
El Cristo de Gallegos
A la izquierda del retablo central nos encontramos con el Cristo crucificado, imagen que durante siglos nos dice la tradición que es procesionada el día de Viernes Santo por los vecinos de esta localidad.
Procesión del Viernes Santo en Gallegos del Campo
El retablo de de la Virgen
En el retablo de la izquierda de la Iglesia nos encontramos con la Virgen del Rosario en el centro. Esta Virgen sale varias veces en procesión por las mujeres jóvenes de la localidad a lo largo del año, el día de las Candelas, 2 de febrero, y el domingo después de la celebración “del Cristo” de septiembre, siendo la más destacable la que se realiza el día de San Jorgito, 24 de abril, que junto con el corazón de Jesús, se procesiona para la posterior bendición de “los panes” en una ceremonia religiosa oficiada al aire libre.
Celebración de la misa cantada y bendición de panes, tras procesionar a San Jorge y la Virgen del Rosario, en Gallegos del Campo a cargo de Don Marcelino, símbolo de Aliste. Esta es una de las tres funciones de concejo por voto del pueblo que pervive
San Jorge, patrón de Gallegos del Campo, sale en procesión el día 23 de abril día de San Jorge y el día 24 San Jorgito para la bendición de los panes.
Procesión de San Jorge en el día de la fiesta grande de Gallegos del Campo
En dicho retablo, a la izquierda de la Virgen del Rosario, se encuentra expuesta la imagen de San Blas, que sale en procesión el día 3 de febrero, día en que es expuesta su reliquia en el Templo, siendo de gran devoción por los habitantes de este pueblo y de las localidades cercanas. Y a su derecha se encuentra San Roque peregrino, con su herida en la pierna y su perro salvador, santo protector de la peste y de toda clase de epidemias.
Imagen de San Roque en la Iglesia de Gallegos del Campo
En la capilla auxiliar se encuentra un retablo con los santos mártires San Fabián y San Sebastián que procesionan en la localidad el día 20 de enero, y con Santa lucía en el centro.
Retablo de la capilla auxiliar en la Iglesia de Gallegos del Campo
La Navidad es una época especial en la mayoría de nuestras casas, pero en Aliste es una palabra tierna y dulce, son sabor a castañas asadas y una visión de los troncos en la lumbre. Pero sobre todo, la Iglesia de Gallegos del Campo es el lugar de reunión de estos días, con todas sus celebraciones y con su belén, que parafraseando a J.L. Martín Descalzo, es la patria de la infancia de todos.
Belén expuesto en la Iglesia de Gallegos del Campo y uno de los villancicos que se cantan durante la Navidad y donde se hace referencia a la miel como regalo al niño Manuel
Una tradición muy arraigada en Gallegos del Campo es la celebración del Corpus Christi, que sigue conservando desde tiempo inmemorial una preparación colectiva, corriendo a cargo de un vecino del pueblo al que se denomina mayordomo. Dicho día, además de la exposición del Santísimo Sacramento, sale procesionalmente la Hostia Santa bajo palio por las calles del centro del pueblo y alrededor de la Cruz que existe en el centro, y que previamente han sido decoradas y recubiertas por todos los vecinos con flores, y sobre todo por hinojo.
Celebración del Corpus Christi en Gallegos del Campo, con sus calles cubiertas de hinojo y flores. Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión reza el dicho popular
Del mismo modo, es tradicional la celebración del Domingo de Ramos, dando entrada a la Semana Santa, donde tras bendecir los ramos (laurel), son entregados por el párroco Don Marcelino a todos los vecinos para la posterior celebración religiosa en la Iglesia.
Celebración del Domingo de Ramos en Gallegos del Campo
Se pensó que el solar de la antigua Iglesia podía hacer las veces de cementerio, como así se hizo. Y es en él donde nos encontramos con otro monumento que ha perdurado a lo largo de los tiempos en nuestra localidad, y que se encuentra en muy buen estado de conservación, como es la estela funeraria que se localiza en la entrada del mismo, de esta forma no se pierde su significado en el contexto cultural al seguir manteniendo ese sentido eminentemente funerario y honorífico que tienen las estelas funerarias.
Estela funeraria a la entrada del Camposanto de Gallegos del Campo
Junto al Camposanto se encuentran dos árboles centenarios: un nogal y una encina, agrietados y sufridos, que son los testigos sempiternos de la historia de este pueblo.
La encina y el nogal que desde tiempo inmemorial presiden el alto de San Jorge
A escasos metros nos encontramos con un lugar emblemático para esta localidad, como es el Castro de San Jorge, aunque por su aspecto, más que el de un castro militar, se trataría de uno de los numerosos poblados romanos que se distribuyen por la comarca y región, aunque también hemos de decir que parece conservar un cierto, aunque con un emplazamiento menos escabroso.
Camino que conduce al Castro de San Jorge. Recordemos que la palabra castro proviene del latín castrum, que significa fortificación militar, de donde ha derivado también la palabra española castrense, como relativo a lo militar
Vista de la localidad de Gallegos del Campo desde el alto del Castro de San Jorge
Gallegos del Campo ha sido una localidad eminentemente ganadera, que todavía conserva ese sabor aunque el número de cabezas de ganado, a comienzos de este siglo XXI no alcancen la veintena de vacas o el millar de ovejas entre un par de propietarios, frente a la gran “vacada” de tan sólo unas décadas.
Sacando las vacas a “pastiar” por el camino de Carrichana
Ver pastiar las vacas es un placer para nuestros sentidos. Pero tengamos en cuenta que las vacas, como las personas, aunque nos parezcan iguales, todas son diferentes, y si bien a todas les encanta rumiar la hierba fresca y verde, a unas les gusta estar tumbadas al sol, a otras contemplar las estrellas…
Vacas “pastiando” en las afueras de la localidad de Gallegos del Campo
En las ciudades se sigue manteniendo esa imagen idílica del rebaño de ovejas con su pastor y su perro pastando sobre praderas inmaculadas, pero en Gallegos del Campo esa imagen es real, como reales son estos pastores alistanos, de carne y hueso, auténticos héroes del medio rural en la conservación de los ecosistemas.
Rebaño de ovejas en las praderas de Gallegos del Campo
Todavía podemos apreciar esa imagen bucólica del medio rural con sus rebaños de ovejas entrando al pueblo al final de la tarde, que en tantas ocasiones nuestros mayores nos recuerdan como si hubiera sido un sueño que ya es muy difícil de volver a alcanzar.
Rebaño de ovejas a la entrada del pueblo
La exquisitez de sus corderos es sinónimo de su origen y procedencia, es decir, del lugar donde se crían. Con un medio ambiente rico en recursos naturales lo normal es que los productos que se obtengan sean de calidad.
Cordero recién nacido con su madre junto al pilón de agua a la entrada de Gallegos del Campo
Es tradicional que los ganaderos de ovino de la comarca lleven sus rebaños a los verdes pastos de las Sierras de Sanabria en la estación del estío, siendo tradicional y emotivo la vuelta de la cabaña a nuestra localidad y sobre todo el momento en que cada ganadero separa sus ovejas.
Llegada de la cabaña de ovejas de las Sierras de Sanabria a Gallegos del Campo. Video publicado por Manolo de la Casa
En Gallegos del Campo todavía sigue siendo tradición participar en el Concejo, aunque con menos intensidad que en épocas pasadas, muy necesario entonces al final del invierno con el objetivo de preparar las zonas de pastos, caminos y riegos comunales. Se trata de una costumbre que como Derecho Consuetudinario es fuente de derecho en nuestro país y que consiste en que, a toque de campana, se debía realizar una prestación personal de cada familia en actividades de uso común necesarias para el conjunto de vecinos.
Refrán popular alistano sobre la práctica del Concejo. Si quiere conocer más de esta práctica siga este enlace
El Entruejo es posiblemente una de las tradiciones más típicamente alistanas y que mejor muestran el sentimiento de fraternidad y ayuda mutua de nuestros pueblos. Este día, que coincide con el martes previo al Miércoles de Ceniza, los habitantes de Gallegos del Campo, al igual que en el resto de localidades de Aliste, se reúnen por la mañana para realizar alguna labor común que beneficie a todo el pueblo, como limpiar una guadeira o un camino. Posteriormente, una vez finalizada la labor, el alcalde pedáneo es tradición que invite a todos los participantes y al pueblo en general a unas sardinas en escabeche con pan y vino.
El entruejo en Gallegos del Campo
Coincidiendo con esta costumbre, a la que todavía nadie falta cuando tocan a concejo año tras año en nuestro pueblo, era costumbre que en las casas se quitaran la choriza, tocinos y jamón de la matanza del cerdo, que ya curados se guardaban en la despensa de la casa para ir haciendo uso de los mismos durante el resto del año.
Celebración con sardinas en escabeche, pan y vino del entruejo
En Gallegos del Campo nos podemos encontrar con numerosas fuentes donde brota el agua de una manera natural y hasta sorprendente cuando nos encontramos con las altas temperaturas del estío. Las pozas donde aparecía el agua eran limpiadas por los vecinos para favorecer su brotación y se repartían entre las diferentes fincas aledañas. Hoy la mayoría aparecen abandonadas y son los vecinos los que desinteresadamente las limpian durante el verano.
Fuente de Durdillongo al sureste de Gallegos del Campo, a escasos metros del apiario de La Ribera
De algunas de estas fuentes brota el “agua herrada”, es decir, agua con mucho hierro. Esto ocurre porque el agua de la lluvia, que es un disolvente natural, cuando se filtra a través del suelo provoca la disolución del hierro y que se filtre en las aguas subterráneas, tanto en pozos como en acuíferos. Cuando las concentraciones de hierro son mayores a 0,3mg/l en agua potable llegar a ser perceptibles para las personas.
Fuente Risenda, de la que brota el agua herrada. Esta fuente no se ha secado nunca hasta la fecha, soportando veranos de gran sequía
Al norte de la localidad nos encontramos con las bellas vistas que nos ofrece la Peña furada que no es sino una gran formación rocosa coronada con una piedra erosionada por las inclemencias meteorológicas hasta que se formó un gran orificio.
Imagen de la Peña furada, desde la que se divisa la vecina Figueruela de Arriba
LaPeña furada vista desde su base, donde se encuentra la fuente con sumismo nombre
Además, cuenta la leyenda que el Apóstol Santiago, en una de sus incursiones por estas tierras, saltó con su blanco corcel desde lo alto de este peñasco y al caer al suelo, quedaron marcadas sus huellas en la fuente que hay en la base de esta colina.
La fuente Ferrada, justo en el límite con la vecina localidad de Figueruela de Abajo
Siguiendo con esta leyenda, antes de llegar aquí el caballo del Apóstol Santiago saltó desde el alto de Mazada, por la fuente del Gigante, en cuyas piedras están marcadas las pisadas de su caballo, para llegar finalmente a Peña Furada.
Las huellas, que según la leyenda, dejó el caballo del Apóstol Santiago en las piedras junto a la Fuente el Gigante
La Fuente el Gigante, al sur del término de Gallegos
Hoy en día, la mayor parte de estos manantieles, cuidados con esmero por nuestros padres y abuelos, se encuentran muy abandonados. Nosotros, en la medida de nuestras posibilidades tratamos de mantener limpios algunos de ellos, sobre todo los que se encuentran más cercanos a nuestros apiarios, pues sin duda, constituyen una fuente de agua de lo más natural, no so para nuestras abejas, sino para todos los insectos polinizadores y animales, en definitiva, para la conservación de la biodiversidad.
Guillermo y Dori limpiando la fuente que hay al final de Valdiruela, en el prado de Vitorino, donde se solía coger agua en la segada. Aunque los pozos y fuentes estuvieran en prados particulares, la tradición permitía que pudieran servir para el servicio del pueblo siempre que fuera para beber
En toda la comarca de Aliste destacan sus cercados tradicionales, algunos de inigualable belleza y valor cultural, aunque muchos de ellos debido al abandono de las fincas se encuentren en un claro proceso de degradación.
Linde de piedra delimitando parcelas en Gallegos del Campo
Un elemento etnográfico importante de la comarca, incluso se podrían definir como elemento identitario, pues se encuentran repartidos por todo Aliste, son los fincones, extraídos de las canteras, hechos de piedra o de pizarra de gran tamaño y que clavados en el suelo, equidistantes entre sí, delimitan unas fincas de otras.
Cercado de una finca con fincones en el paraje de Bocagundino
La cigüeña blanca, Ciconia ciconia, es probablemente el ave más ligada al hombre así como una de las más populares, de carácter confiado tiene la costumbre de anidar en lo alto de iglesias y campanarios, y eso no es ajeno a nuestro pueblo, donde año tras año regresan para el deleite de nuestra vista.
Conjunto de cigueñas intentando anidas en el campanario de Gallegos del Campo
Los palomares constituyen una variedad de arquitectura popular alistana de origen muy remoto, que habría que datarlos de origen romano.
Palomar del Ti Linos al oeste de Gallegos del Campo
Poseer un palomar en esta comarca siempre se ha considerado un privilegio, pues era la posibilidad de disponer de carne de ave todo el año. Podemos considerarlo como un referente visual de esta comarca.
Palomar de Caridad
Son numerosas las charcas, lagunas y fuentes que poseemos en Gallegos del Campo, paraíso para ranas y tritones, donde se dejan ver sus siluetas. Siendo todas ellas de origen pluvial, por lo que con las lluvias del invierno y primavera se produce su rápido llenado, para posteriormente ir perdiendo el agua a través de percolación, evaporación y por los animales, antes por vacas y ganados y actualmente mucho más por la numerosa fauna silvestre que se ha asentado en la localidad.
Imagen de la laguna de Los Bubones, al norte de la localidad, lugar donde hasta hace unos años las vacas iban a pastiar en invierno y en cuyos alrededores se asentaban unas pocas colmenas que servían de autoconsumo para algunos lugareños
Imagen de la laguna/charca de Méijamo, pegando a nuestro apiario. Se puede apreciar la señal del mismo
Imagen de la laguna de Requejada en invierno, en una de las zonas más llanas del pueblo, una de las grandes reservas de agua para el verano
3170 Lagunas y charcas temporales mediterráneas VV.AA., 2009. Bases ecológicas preliminares para la conservación de los tipos de hábitat de interés comunitario en España. Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino. Madrid
Muy cercana a la laguna de la Requejada se encuentra otro de los símbolos naturales de esta localidad como son “Las Tres Marías” que desde hace muchísimos años representan simbólicamente la entrada a Gallegos del Campo.
“Las Tres Marías” en otoño, robles que son un símbolo natural a la entrada de Gallegos del Campo
“Las Tres Marías” soportando el riguroso invierno alistano
“Las Tres Marías” en verano
Contamos con una Naturaleza viva, donde podemos diferenciar las distintas estaciones del año. Cada estación meteorológica podríamos clasificarla sólo en función de datos estadísticos, pero preferimos recordarla por los sentimientos y las tareas que implica en los apiarios. De este modo, podríamos considerar tan sólo que la cencellada es un hidrometeoro consistente en la formación de un hielo duro y opaco o parcialmente transparente, sobre una superficie sólida, causada por la congelación de gotículas subfundidas de una niebla, pero nosotros preferimos pensar que es un conjunto de sensaciones que nos envía una naturaleza viva, una sacudida de nuestro medio ambiente cargado de emociones y aromas, ese campo cubierto de diminutos cristales, sofisticado sistema natural, con la sensación de fría nevada que nos indica que nos encontramos dentro del crudo invierno alistano.
Cencellada invernal sobre la Era de Gallegos del Campo
La localidad de Gallegos del Campo pertenece al municipio de Figueruela de Arriba, pero desde tiempo inmemorial los lugareños conocen los límites de su pueblo.
Senda que divide “las tierras” de Gallegos del Campo de las de Figueruela de Arriba
La localidad de Gallegos del Campo cuenta con unos límites muy bien definidos a lo largo del tiempo, algunos de los cuáles se marcan a través de hitos o mojones, como una señal, tradicionalmente de piedra, con la que se delimita el territorio, con los que se marcan los puntos críticos en las fronteras entre localidades vecinas.
La marra de Peña Furada que divide el término de Gallegos del Campo con la vecina localidad de Figueuela de Abajo
Estas señales se colocan normalmente en un punto notable o visible sobre el terreno adyacente, por lo que son fácilmente visibles y reconocibles por todos los vecinos de los pueblos colindantes.
Nuestro pueblo limita al sur con la localidad de San Cristobal de Aliste y con El Poyo, ambos pertenecientes al vecino municipio de San Vitero.
La Marra de San Cristobal, a pocos metros de la carretera que une Figueruela de Arriba y San Vitero y que atraviesa todo el campo de Gallegos
Siempre se ha dicho que la naturaleza y la buena vecindad son uno de los principales atractivos de los pueblos alistanos, por ello no es de extrañar que existan múltiples vínculos entre las diferentes localidades vecinas a nuestro pueblo.
La “Pica el Poyo” vista desde la vecina localidad con el campo de Gallegos al fondo
La “Pica el Poyo” vista desde el alto el Castro de Gallegos del Campo
Otra tradición de la comarca, aunque cada vez más en desuso, es la de cocer en horno de leña de jara y encina o roble, el pan casero más conocido aquí como hogazas.
La tradición de hacer pan se aprendía en las familias
Para hacer el pan, en nuestro pueblo y en todo Aliste, se usaba la Recentadura, también conocida en la comarca como Hurmiento, y que no es otra cosa que la Masa Madre.
Haciendo hogazas de pan en un horno tradicional alistano
Había varias que circulaban por el pueblo, pues hace unos años era común que se amasara pan en todas las casas, siendo común que se pidiera de unas casas a otras para poder amasar el pan.
Había que estar muy atento para que no se pasara el pan
Muchas otras tradiciones, como la costumbre de la “matanza del cerdo” también se van perdiendo poco a poco.
Los tradicionales botillos de Gallegos del Campo, tras la matanza en invierno, en una cocina típica de la localidad
Una tradición singular y muy arraigada de esta localidad y con la que se identifican todos sus habitantes es la fiesta conocida como La Rosca, por la que un joven de la localidad, elegido el año anterior, tras un pasacalles con gran ceremonial por el que se lleva a cabo el corte del ramo y que culmina en la casa del anfitrión, para posteriormente tener que invitar a un banquete, primero a los mozos y mozas, jóvenes sin casar, y después a los casados y gente mayor, con diferentes bebidas y aperitivos.
La tradicional fiesta de La Rosca se inicia con el corte del Ramo y su posterior puesta en la casa del anfitrión
La tradicional fiesta de La Rosca se inicia con el corte del Ramo y su posterior puesta en la casa del anfitrión
Otra costumbre singular que nos podemos encontrar en esta localidades su peculiar forma de celebrar los bautizos, compartiendo entre todos los habitantes del pueblo y acompañantes gran cantidad de dulces que son lanzados al aire a la finalización de la ceremonia.
La tradicional recogida de dulces a la salida de la Iglesia tras la ceremonia del bautizo
El folklore tradicional alistano también se da cita cada cierto tiempo en nuestro pueblo, así se puede observar como los pequeños “rapaces” siguen manteniendo las tradiciones de sus mayores.
Niños alistanos en un baile típico de la comarca en la plaza de la Escuela de Gallegos del Campo
Inherente al folklore está la vestimenta, manteos y mandiles, monteras y gabachas y por supuesto la capa parda alistana de honras y respeto elaborada con paños pardos de oveja negra son señas de identidad de esta tierra.
Vestimenta típica alistana que la fotógrafa Déborah González tan magníficamente ha captado con su cámara. Se pueden ver y apreciar más imágenes de este tipo de vestimenta en su web
En Gallegos del Campo nos encontraremos también con pinares de repoblación en la zona este de su término, lo que supone una masa arbórea importante donde se dan los mejores hongos (sobre todo níscalos) dentro del coto de setas, además de ser reserva de caza todo el término.
La zona este del pueblo se encuentra repoblada por pinares que se utilizan para el aprovechamiento de setas en el otoño
Pero en cualquier parte del término municipal de Gallegos del Campo nos podemos encontrar numerosos tipos de setas, boletus… lo que es reconocido como un Municipio Micológico de especial protección.
Cartel indicador a la entrada de Gallegos del Campo
Son numerosos los hongos y setas que nos podemos encontrar en el campo y bosques de esta localidad
Lejos del ruido y la contaminación de las grandes ciudades, pero sobre todo de la contaminación lumínica que generan, en Gallegos del Campo nos encontramos con un verdadero paraíso para los apasionados del cielo limpio y oscuro que permite observar el firmamento con detenimiento, con entusiasmo, y con el asombro de encontrar en él un auténtico manto sembrado de estrellas.
Venus and Mercury in the West es el título de la imagen tomada en Gallegos del Campo por Manu Arregi y que fue la foto del día en la página de la NASA Astronomy Picture of the Day
Pocos lugares en esta parte de la Península Ibérica pueden presumir de reunir las circunstancias ambientales idóneas para constituirse como puntos de referencia para la observación astronómica. De este modo, en Gallegos del Campo disponemos de los cuatro factores determinantes para que un aficionado a la astronomía pueda disfrutar de la contemplación de las estrellas como son la baja densidad demográfica, su altitud, y sobre todo la preeminencia de cielos despejados y ausencia de contaminación lumínica.
Astronomy time lapse en Gallegos del Campo realizado por Manu Arregi. Si te perdiste la lluvia de estrellas, a lo mejor es que no estabas en el sitio correcto… prueba en Aliste
Separar el grano de la paja, algo tan sencillo como ancestral, práctico olvidada ya para muchos y que sin embargo en determinados cultivos, como es el garbanzo, se sigue realizando de forma manual en muchos de nuestros pueblos alistanos.
Con la ayuda de una horca se tira la parva al aire para que sea el viento quien realice el trabajo de separar el grano de la paja
Una gran riqueza medioambiental de esta localidad, y del conjunto de la comarca, lo constituyen los numerosos arroyos y riachuelos que surcan sus tierras.
Arroyo de la Coruja, donde se encuentran encuadrados los principales molinos de agua de la localidad
Los molinos se encuentran diseminados en cauces de ríos y arroyos a lo largo de todo Aliste, aprovechando sus cauces y extrayendo la fuerza del agua se conseguía transformar el grano en harina.
Antiguo molino de agua, restaurado, en la ribera del Arroyo de la Coruja en Gallegos del Campo
En Gallegos del Campo, como en el resto de la comarca, los molinos constituían un apoyo indispensable de su economía de subsistencia. Durante los últimos años se ha llevado a cabo una restauración, en lo que se conoce como Ruta de los Molinos, aunque todavía quede mucho trecho por recorrer, dado el valor paisajístico que suponen, como un elemento primordial de la arquitectura popular alistana y elemento importante como recurso turístico, aún sin apenas explotar, de la comarca.
En este vídeo de RTVE se puede observar cómo se trabajaba en los antiguos molinos de agua de nuestra tierra alistana
Los datos más antiguos que se conocen del entorno de Gallegos del Campo proceden de la Edad del Hierro, unos 1800 años antes de Cristo documentados en el yacimiento de La Mazada y El Castrillón entre Gallegos y San Cristóbal, asentamientos situados a más de 900 m de altitud en los que se han encontrado restos de cerámica y escorias con esa antigüedad, algunos de los cuales están expuestos en el Museo de Zamora.
El alto de Casa Mazada con vistas hacia Gallegos del Campo
Casa Mazada es un monte situado a unos 4 kilómetros de distancia de Gallegos del Campo en cuya cima se encuentra una cueva rocosa de doble fondo probablemente habitada en tiempos inmemorables. Su silueta mira al poniente, con una altitud de 903 metros y con una hectárea aproximadamente de extensión sobre una elevada cumbre cuyas laderas descienden con fuerte pendiente sobre los arroyos Valtravieso y Llamiellas.
El alto de Casa Mazada, en cuya base se encuentra uno de nuestros apiarios
Si todas las civilizaciones dejan huella, el paso de la civilización musulmana no iba a ser menos en nuestra localidad. Existe la leyenda de que en el paraje de Risenda, al sureste de Gallegos del Campo, se construyó por parte de los musulmanes una cueva, denominada La Cueva de los Moros, de la que aún hoy en día se pueden apreciar algunos vestigios.
Restos de La Cueva de los Moros
La vivienda tradicional alistana se diseñaba con mampostería en rudos muros, incluso también sillería en zonas de apoyo, esquinas y bordes, a base de adobe, y con tejados de pizarra y/o teja El acceso a la vivienda se hacía mediante amplios portalones que daban a corrales, pajares, almacenes o estancias de aperos en zonas bajas.
Vivienda tradicional abandonada dentro del casco urbano de Gallegos del Campo
Dentro del casco urbano de nuestra localidad se encuentran numerosos vestigios de esta arquitectura tradicional, con sus característicos tejados de pizarra y de teja árabe, muchos de ellos en claro abandono.
Tejado típico de Gallegos del Campo
La despoblación que ha sufrido la localidad a lo largo de la última mitad del siglo XX ha sido la tónica generalizada de la mayoría de los pequeños pueblos de nuestra España rural y que ahora ha adoptado el término de “España vaciada o vacía”.
Antigua escuela del pueblo hoy convertida en pajar
Siempre se ha considerado a las llaves como un símbolo de poder, es el instrumento con el que se abren y cierran los lugares y las cosas preciadas que de ese modo permanecen ocultas al mundo. La llave es poderosa, pues permite unir y desunir, como así lo representa uno de los portadores de llaves más famoso en Occidente, San Pedro, por lo que, estar en posesión de una llave maestra nos permitirá poder abrir más de una sola puerta. Nosotros en esta imagen les mostramos las cerraduras de nuestra calle Carrichana, donde se encuentra nuestra pequeña industria artesana de miel. Estas cerraduras son la mejor muestra del pasado de nuestro pueblo, ejemplo de la importancia de compartir en comunidad.
Distintas cerraduras de la calle Carrechana, donde destacaremos, por su valor y simbolismo, la cerradura de la imagen central, que siempre se encuentra abierta todos los domingos a las una del mediodía
Una posible variante de la Vía Romana XVII se considera que discurrió entre Gallegos del Campo, San Vitero y Rabanales, pues así lo indican los miliarios existentes en estas localidades junto a gran cantidad de vestigios romanos.
En Gallegos del Campo disponemos de un Miliario, descubierto por D. Luis Juan Pascual, que fuera médico en Figueruela de Arriba, en el cementerio cerca del castro del pueblo. Este miliario es del año 2017 que coincide con la muerte de Caracalla.
Reproducción del Miliario de Gallegos del Campo, expuesto a las afueras del pueblo, junto a las eras, donde se dice Dedicado al césar emperador Marco Opelio Severo Macrino pío, feliz, augusto, investido con la tribunicia potestad por la segunda vez, siendo cónsul y padre de la patria; y a Marco Opelio Antonino Diadumediano, césar nobilísimo, príncipe de la juventud
La vida del campo en Aliste tiene algo que maravilla, probablemente sea la tranquilidad, el ver pasar la vida viviendo el presente tras despertarte el sonido de los gallos de los corrales al alba.
Un buen ejemplo de paz y tranquilidad nos lo da este gato alistano sobre una parra viendo pasar el mundo
Nuestro pueblo y nuestra comarca son un claro ejemplo de reserva de los valores morales necesarios para preservar los recursos naturales y sociales del medio rural.
Seguiremos actualizando este apartado. Serán bienvenidas todas las aportaciones que voluntariamente se quieran realizar ([email protected])
Bibliografía utilizada
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